¿Qué hacer con la ira?

¿Te acuerdas las sensaciones físicas y emocionales que experimentaste la última vez que sentiste ira?  ¿Horrible, no?  Pues imagina cual es el efecto para tu cuerpo físico/emocional/mental/espiritual.  Nada positivo cuando tratamos de reprimirla o de dar rienda suelta a la misma.  Se dice que sentir ira sin poderla balancear o procesar desarrolla cáncer en el cuerpo.  En esta instancia, su efecto para aquel que ha establecido su intención y foco en el camino del progreso del ser consciente es caminar a paso más lento y atraer karma haciendo que se nos extienda el plazo para aprender la misma lección.  O sea, que definitivamente tenemos que examinar el proceso para utilizar la ira positivamente.  Esta no es más que uno de muchos otros catalíticos que se presentan en nuestro viaje con el propósito de adquirir experiencias hasta regresar a la Pureza y la Unidad de donde salimos y quienes en esencia somos.

En realidad, todas las experiencias por las que pasamos durante la vida en esta dimensión son catalíticas para crecer y evolucionar.  La ira la podemos utilizar para polarizarnos aun más hacia lo positivo.  Veamos.

Los pasos para lograr balancear la experiencia de la ira son los siguientes:

  1. Percibir conscientemente que sentimos ira.  Al percibir conscientemente nos convertimos en observadores, y nos desapasionamos en algo del sentimiento de ira.
  2. Acto seguido, bendecimos y le enviamos a esta ira en nosotros Amor.
  3. Con esto efectuamos un trabajo mental, continuamos bendiciéndola y enviándole Amor y tratamos de intensificarla mentalmente hasta que este rayo rojo de energía básica que carga la ira se empiece a percibir, no como insensatez, si no como energía sujeta a entropía espiritual, una expresión de caos o desorden.
  4. Cuando estamos orientados hacia lo positivo, contamos con la voluntad y la fe para continuar perseverar en este ejercicio mental de entender, aceptar e integrar esta ira que sentimos.
  5. Haciendo esto la persona o situación objeto de nuestra ira se transforma en nuestra mente en un objeto de aceptación y comprensión.
  6. De esta forma estamos utilizando la misma gran energía con la que la ira comenzó para este proceso.
  7. Finalmente, debemos recordar que la llave para balancear la ira consiste en la aceptación.

Aceptación, es entender que las cosas son como son, que cada cual va por su propio camino y aunque hacia el mismo lugar, no obstante a su propio paso.  Cada criatura ve la vida de cierta manera y cuando no aceptamos, juzgamos.  Utilicemos esa energía para trabajar con lo que podemos mejorar en nosotros y esa es la mejor manera de ayudar a los demás, de hecho a toda la humanidad.  Cuando despertamos, ayudamos al Universo entero.

En cualquier momento que nos acordemos de la situación, continuemos enviando bendiciones y amor, luz y paz.  Si volvemos a caer en el recuerdo doloroso del sentimiento de ira, ayuda bastante, el poder recordar alguna cosa buena que la persona objeto de la ira hizo por nosotros en algún momento, y sustituimos ese recuerdo por el recuerdo de la injuria que percibimos.

Amor y Luz.  Continúen adelante regocijándose en el poder y la paz del Creador infinito.