¡Hola!

¡Vivimos tiempos súper increíbles!  Recordemos:

  • sólo la luz se revela en nosotros
  • tenemos las fuerzas para seguir nuestro camino espiritual
  • el propósito de nuestras vidas se cumple ahora

Esperamos que esto sea una realidad para los seres que habitamos, el planeta Tierra, animales, plantas y todos los demás seres con los que compartimos el Universo.

¿Qué hacer con la ira?

¿Te acuerdas las sensaciones físicas y emocionales que experimentaste la última vez que sentiste ira?  ¿Horrible, no?  Pues imagina cual es el efecto para tu cuerpo físico/emocional/mental/espiritual.  Nada positivo cuando tratamos de reprimirla o de dar rienda suelta a la misma.  Se dice que sentir ira sin poderla balancear o procesar desarrolla cáncer en el cuerpo.  En esta instancia, su efecto para aquel que ha establecido su intención y foco en el camino del progreso del ser consciente es caminar a paso más lento y atraer karma haciendo que se nos extienda el plazo para aprender la misma lección.  O sea, que definitivamente tenemos que examinar el proceso para utilizar la ira positivamente.  Esta no es más que uno de muchos otros catalíticos que se presentan en nuestro viaje con el propósito de adquirir experiencias hasta regresar a la Pureza y la Unidad de donde salimos y quienes en esencia somos.

En realidad, todas las experiencias por las que pasamos durante la vida en esta dimensión son catalíticas para crecer y evolucionar.  La ira la podemos utilizar para polarizarnos aun más hacia lo positivo.  Veamos.

Los pasos para lograr balancear la experiencia de la ira son los siguientes:

  1. Percibir conscientemente que sentimos ira.  Al percibir conscientemente nos convertimos en observadores, y nos desapasionamos en algo del sentimiento de ira.
  2. Acto seguido, bendecimos y le enviamos a esta ira en nosotros Amor.
  3. Con esto efectuamos un trabajo mental, continuamos bendiciéndola y enviándole Amor y tratamos de intensificarla mentalmente hasta que este rayo rojo de energía básica que carga la ira se empiece a percibir, no como insensatez, si no como energía sujeta a entropía espiritual, una expresión de caos o desorden.
  4. Cuando estamos orientados hacia lo positivo, contamos con la voluntad y la fe para continuar perseverar en este ejercicio mental de entender, aceptar e integrar esta ira que sentimos.
  5. Haciendo esto la persona o situación objeto de nuestra ira se transforma en nuestra mente en un objeto de aceptación y comprensión.
  6. De esta forma estamos utilizando la misma gran energía con la que la ira comenzó para este proceso.
  7. Finalmente, debemos recordar que la llave para balancear la ira consiste en la aceptación.

Aceptación, es entender que las cosas son como son, que cada cual va por su propio camino y aunque hacia el mismo lugar, no obstante a su propio paso.  Cada criatura ve la vida de cierta manera y cuando no aceptamos, juzgamos.  Utilicemos esa energía para trabajar con lo que podemos mejorar en nosotros y esa es la mejor manera de ayudar a los demás, de hecho a toda la humanidad.  Cuando despertamos, ayudamos al Universo entero.

En cualquier momento que nos acordemos de la situación, continuemos enviando bendiciones y amor, luz y paz.  Si volvemos a caer en el recuerdo doloroso del sentimiento de ira, ayuda bastante, el poder recordar alguna cosa buena que la persona objeto de la ira hizo por nosotros en algún momento, y sustituimos ese recuerdo por el recuerdo de la injuria que percibimos.

Amor y Luz.  Continúen adelante regocijándose en el poder y la paz del Creador infinito.

Fórmulas para el progreso espiritual y Universal

imagen de centros de energia o chakras

Visualización básica para hacer a diario en nuestra práctica espiritual:

Este es un ejercicio básico para desbloquear, armonizar, balancear y energizar nuestros centros de energía o chakras.

Resulta fácil visualizar las chakras en el lugar en que se encuentran en nuestro cuerpo cuando vemos o estudiamos la gráfica de estas.  Existen 7 centros de energía principales con sus colores correspondientes donde se procesa la energía con distintas características por nuestro cuerpo formado por la el campo electromagnético que emitimos.  Mencionándolos de abajo hacia arriba, de la misma forma en que trabajaremos con ellos son:

Chakra raíz – rojo
Chakra sacro – anaranjado
Chackra plexo solar – amarillo
Chakra corazón – verde
Chakra garganta – azul
Chakra tercer ojo – índigo
Chakra corona – violeta/blanco

Si las visualizamos desde arriba de nuestra cabeza hacia abajo, podemos ver a estos centros de energía como discos por su parte plana.  También, como flores a las que miramos desde arriba.  Visualizando flores las podemos imaginar como capullos que van abriendo mientras giran y  difunden la luz que corresponde a cada chacra en particular, mientras al girar nos impregnan con todo lo que necesitemos de las energías que cada chacra procesa.

También es necesario imaginarnos raíces que salen desde nuestros pies y van hasta el centro de la Tierra para anclarnos donde estamos.  Algunas personas visualizan a todo lo que ya no necesitan, lo que quieren cambiar disolviéndose y desapareciendo a través de estas raíces.  Entonces imaginamos a cada chakra, ya sea como una flor, desbloqueando.  Observamos como sus partículas en su constante vibrar van derrumbando, literalmente, bloques.  Observamos como van armonizando, a la luz de su color característico dejando partículas brillantes desde esa chacra hacia todo nuestro cuerpo.  Observamos como balancean.  Visualizamos la forma de esa flor completamente simétrica, ninguna parte pesa más o es más grande que otra girando e impartiéndonos balance perfecto.  Vemos como energiza todas nuestras células, órganos y sistemas.  Imaginamos el constante fluir en movimiento rápido de esta energía vibrando a través de todo nuestro cuerpo extendiéndose a nuestro campo de energía o aura.  Iniciamos este recorrido por las chakras, una a una, desde a chakra raíz identificada con el color rojo, hasta llegar a la chakra de la corona donde visualizamos una luz violeta o morada que se conecta con el vórtice de energía Universal.  Cuando nos sintamos energizados por completo, debemos imaginar la luz que emite cada centro concentrándose en la chakra del corazón y esta luz-energía saliendo desde el centro de nuestro corazón hacia todo los lugares del planeta, hasta fuera de la atmosfera terrestre expandiéndose por todos los lugares del universo infinito.

Servicio

Una de las cosas más fáciles que podemos hacer para ayudar a otros en cualquier situación difícil por la que estén pasando, lejos o cerca de nosotros, es enviarles pensamientos de luz, amor y energía sanadora.  Es algo sencillo y poderoso.

Lo único constante en esta vida es el cambio, nada más.  En cualquier momento, cualquiera de nosotros podemos pasar por la experiencia de terremotos, tsunamis, falta de agua, alimentos, albergue, la soledad, el abandono, enfermedad, criminalidad, perdida de la libertad, perdida de seres queridos, corazones rotos, injusticias, y la lista continúa.

Vivimos en lo que llaman un mundo expiatorio.  Baste decir que nuestro mundo no es de los más evolucionados.

Desde el final del 2010 vengo siguiendo una situación particular.  Quiero por este medio compartirla con otros para que también se unan en enviar mucha energía de sanidad a esta situación.

Estos chicos, realmente son nuestros hijos, hermanos, amigos, tíos, padres, como lo es toda la humanidad porque en realidad somos Uno.  Los invito a visitar esta página y a encontrar su conmovedora historia:

http://freethehikers.org/

En sintonía de luz y amor,

Chabelií

La meditación como herramienta de trabajo

Estudios científicos pasados y recientes listan los beneficios para nuestro cuerpo físico, mente y emociones que nos trae la meditación.  Con una búsqueda en internet encontraremos estos y veremos los detalles de cambios fisiológicos y en la estructura cerebral a consecuencia de la práctica de la meditación.

Aun así, nos cuesta practicar meditación a pesar de que sabemos que esta nos ayuda a conservar y restaurar la salud, expresado más armonía y paz.  La meditación además es una herramienta clave para el crecimiento espiritual.

Sin embargo, lo que sucede en occidente es que la mayoría de las personas no entiende bien, qué es, ni cómo practicar meditación.  Es algo que parece difícil si se entiende que tenemos que dejar de pensar para practicar meditación.  Esta es una suposición errónea.  La meditación no significa que dejamos de pensar o que la mente tiene que estar en blanco.  La función de la mente es pensar, pensamos constantemente.  Pero sí podemos sustituir poner el pensamiento en algo específico en vez de dejarlo correr al garete.  Esto toma algún tiempo lograrlo pero existen ejercicios simples que podemos seguir para lograrlo.  Tampoco meditar es algo básicamente místico.  Sí, es posible abrirse a experiencias metafísicas cuando meditamos, especialmente si esa es la intención que establecemos y/o nos estamos desarrollado en ese aspecto sutil.  Pero, sencillamente es algo que hacemos con el cuerpo y la mente.  La meditación no es otra cosa que concentración enfocada en algo.  Muchas veces meditamos sin darnos cuenta que lo hacemos.  Con algún trabajo repetitivo en donde estamos presentes totalmente en ese momento. Tal vez bailando totalmente entregados al momento.  Otro ejemplo es cuando éramos niños  y  caminábamos por la acera brincando sobre las líneas horizontales en el concreto mientras contábamos y avanzábamos.

La forma más fácil y rápida de meditar es utilizando la respiración.  Respirando profundo desde el abdomen, o la parte baja del pecho e inhalando hasta llenar los pulmones y exhalando en el mismo orden.  Sin forzar nada solamente observando cómo respiramos.  La respiración es el método infalible con el que nos dotó la naturaleza para relajarnos en cualquier momento y sosegarnos en una crisis.  Al concentrarnos en la respiración e irnos relajando con ella, le abrimos la puerta a la meditación.

Mientras respiramos, una ayuda adicional para entrar en ese espacio silencioso de la meditación es nuestro estado de conciencia en ese momento.  Nuestra actitud debe ser la de saber con certeza que somos seres Divinos e inocentes.  Muchas personas se cargan con sentimientos de culpa y no saben que estos les impiden la reconexión con el Ser Superior o Cristo interior.  La actitud debe ser el perdonarnos a nosotros mismos y recordar que estamos aquí para aprender.  Sí, vamos a cometer errores pero lo importante es levantarnos y con la experiencia adquirida hacerlo mejor la próxima vez.  Por supuesto, también nos toca en cuanto esté de nuestra parte, reparar el daño que hemos causado y perdonarnos sin juzgarnos o martirizarnos por errores que pasaron.  Cada momento es una oportunidad nueva de escoger acciones y pensamientos distintos, creativos, sanadores.  Esa actitud de inocente criatura Divina nos conecta inmediatamente con el Todo, con la Esencia.  El experimentar esa conexión, aunque sea por una fracción de segundo, es todo lo que necesitamos para recargarnos en todos los aspectos.  El recordar quienes somos en realidad, sin juzgarnos o condenarnos nos mantendrá en esos momentos de meditación sin distraernos con pensamientos debilitantes.

Algunas otras ayudas para la meditación son la utilización de un mantra, repitiendo alguna frase o palabra con gran significado para nosotros que nos ayude a reconectar con el Todo.  Como por ejemplo, “Estoy llena de gozo, soy inmortal” o “Soy paz, soy amor, soy luz”, o “Soy Uno con Dios, soy Uno con todo el Universo”.

La posición corporal durante la práctica también nos ayuda para que el flujo de energía vital sea transmitido por nuestro cuerpo con mayor facilidad.  Debemos estar cómodos y sentados con la espalda, la columna vertebral, recta.  Cuando empecé a meditar, sabía que me estaba relajando y entrando en estado meditativo cuando mi congestión en las vías respiratorias causada por alergias desaparecían por completo.  Meditando comenzaba a respirar totalmente descongestionada.  Esa era mi indicación de que si se estaba efectuando un cambio aunque yo conscientemente no lo sentía.  También lo percibía cuando los músculos del cuello y los hombros se empezaban a aflojar.  Yo sentía un poco de dolor cuando esto empezaba a suceder ya que sin darme cuenta a diario acumulaba tensión es esa área y no era hasta comenzar a meditar que se iban soltando esos músculos.

Otros métodos que funcionan para meditar, especialmente si estamos comenzando y no podemos evitar estar en un lugar donde se escucha ruido, es escuchar melodías o cánticos hechos con el propósito de utilizarse para la meditación o el trabajo de sanidad con energía, como las vibraciones y música que producen las cuencas de cristal o de metal.

La visualización y la imaginación son importantes en la práctica de la meditación.  En esto último, iremos ofreciendo aquí ejercicios específicos para utilizar en nuestra práctica espiritual.

La palabra clave es “práctica”, porque los beneficios de la meditación son cumulativos.  Quiere decir, que aunque solamente practicáramos 30 segundos o un minuto a diario, eso nos traerá mayor beneficio que el practicar por 20 minutos de vez en cuando.  En otras palabras, la práctica debe ser frecuente y constante, aunque no necesariamente larga.

Por último, están los decretos.  El dedicar en voz alta o mentalmente nuestra práctica meditativa nos ayuda a enfocarnos e invoca a los ángeles y guías que tenemos a nuestro lado siempre para que nos asistan practicando la meditación.  Ellos pueden utilizar el momento para comunicarse con nosotros.  Eso lo hacen al inspirarnos luego con ideas para ayudarnos en el camino.  Una frase tomada de “Un curso en Milagros” que me gusta incluir en mi dedicación cuando medito es:  “Quiero este momento Santo para mí y para toda la Humanidad” y así es…