La meditación como herramienta de trabajo

Estudios científicos pasados y recientes listan los beneficios para nuestro cuerpo físico, mente y emociones que nos trae la meditación.  Con una búsqueda en internet encontraremos estos y veremos los detalles de cambios fisiológicos y en la estructura cerebral a consecuencia de la práctica de la meditación.

Aun así, nos cuesta practicar meditación a pesar de que sabemos que esta nos ayuda a conservar y restaurar la salud, expresado más armonía y paz.  La meditación además es una herramienta clave para el crecimiento espiritual.

Sin embargo, lo que sucede en occidente es que la mayoría de las personas no entiende bien, qué es, ni cómo practicar meditación.  Es algo que parece difícil si se entiende que tenemos que dejar de pensar para practicar meditación.  Esta es una suposición errónea.  La meditación no significa que dejamos de pensar o que la mente tiene que estar en blanco.  La función de la mente es pensar, pensamos constantemente.  Pero sí podemos sustituir poner el pensamiento en algo específico en vez de dejarlo correr al garete.  Esto toma algún tiempo lograrlo pero existen ejercicios simples que podemos seguir para lograrlo.  Tampoco meditar es algo básicamente místico.  Sí, es posible abrirse a experiencias metafísicas cuando meditamos, especialmente si esa es la intención que establecemos y/o nos estamos desarrollado en ese aspecto sutil.  Pero, sencillamente es algo que hacemos con el cuerpo y la mente.  La meditación no es otra cosa que concentración enfocada en algo.  Muchas veces meditamos sin darnos cuenta que lo hacemos.  Con algún trabajo repetitivo en donde estamos presentes totalmente en ese momento. Tal vez bailando totalmente entregados al momento.  Otro ejemplo es cuando éramos niños  y  caminábamos por la acera brincando sobre las líneas horizontales en el concreto mientras contábamos y avanzábamos.

La forma más fácil y rápida de meditar es utilizando la respiración.  Respirando profundo desde el abdomen, o la parte baja del pecho e inhalando hasta llenar los pulmones y exhalando en el mismo orden.  Sin forzar nada solamente observando cómo respiramos.  La respiración es el método infalible con el que nos dotó la naturaleza para relajarnos en cualquier momento y sosegarnos en una crisis.  Al concentrarnos en la respiración e irnos relajando con ella, le abrimos la puerta a la meditación.

Mientras respiramos, una ayuda adicional para entrar en ese espacio silencioso de la meditación es nuestro estado de conciencia en ese momento.  Nuestra actitud debe ser la de saber con certeza que somos seres Divinos e inocentes.  Muchas personas se cargan con sentimientos de culpa y no saben que estos les impiden la reconexión con el Ser Superior o Cristo interior.  La actitud debe ser el perdonarnos a nosotros mismos y recordar que estamos aquí para aprender.  Sí, vamos a cometer errores pero lo importante es levantarnos y con la experiencia adquirida hacerlo mejor la próxima vez.  Por supuesto, también nos toca en cuanto esté de nuestra parte, reparar el daño que hemos causado y perdonarnos sin juzgarnos o martirizarnos por errores que pasaron.  Cada momento es una oportunidad nueva de escoger acciones y pensamientos distintos, creativos, sanadores.  Esa actitud de inocente criatura Divina nos conecta inmediatamente con el Todo, con la Esencia.  El experimentar esa conexión, aunque sea por una fracción de segundo, es todo lo que necesitamos para recargarnos en todos los aspectos.  El recordar quienes somos en realidad, sin juzgarnos o condenarnos nos mantendrá en esos momentos de meditación sin distraernos con pensamientos debilitantes.

Algunas otras ayudas para la meditación son la utilización de un mantra, repitiendo alguna frase o palabra con gran significado para nosotros que nos ayude a reconectar con el Todo.  Como por ejemplo, “Estoy llena de gozo, soy inmortal” o “Soy paz, soy amor, soy luz”, o “Soy Uno con Dios, soy Uno con todo el Universo”.

La posición corporal durante la práctica también nos ayuda para que el flujo de energía vital sea transmitido por nuestro cuerpo con mayor facilidad.  Debemos estar cómodos y sentados con la espalda, la columna vertebral, recta.  Cuando empecé a meditar, sabía que me estaba relajando y entrando en estado meditativo cuando mi congestión en las vías respiratorias causada por alergias desaparecían por completo.  Meditando comenzaba a respirar totalmente descongestionada.  Esa era mi indicación de que si se estaba efectuando un cambio aunque yo conscientemente no lo sentía.  También lo percibía cuando los músculos del cuello y los hombros se empezaban a aflojar.  Yo sentía un poco de dolor cuando esto empezaba a suceder ya que sin darme cuenta a diario acumulaba tensión es esa área y no era hasta comenzar a meditar que se iban soltando esos músculos.

Otros métodos que funcionan para meditar, especialmente si estamos comenzando y no podemos evitar estar en un lugar donde se escucha ruido, es escuchar melodías o cánticos hechos con el propósito de utilizarse para la meditación o el trabajo de sanidad con energía, como las vibraciones y música que producen las cuencas de cristal o de metal.

La visualización y la imaginación son importantes en la práctica de la meditación.  En esto último, iremos ofreciendo aquí ejercicios específicos para utilizar en nuestra práctica espiritual.

La palabra clave es “práctica”, porque los beneficios de la meditación son cumulativos.  Quiere decir, que aunque solamente practicáramos 30 segundos o un minuto a diario, eso nos traerá mayor beneficio que el practicar por 20 minutos de vez en cuando.  En otras palabras, la práctica debe ser frecuente y constante, aunque no necesariamente larga.

Por último, están los decretos.  El dedicar en voz alta o mentalmente nuestra práctica meditativa nos ayuda a enfocarnos e invoca a los ángeles y guías que tenemos a nuestro lado siempre para que nos asistan practicando la meditación.  Ellos pueden utilizar el momento para comunicarse con nosotros.  Eso lo hacen al inspirarnos luego con ideas para ayudarnos en el camino.  Una frase tomada de “Un curso en Milagros” que me gusta incluir en mi dedicación cuando medito es:  “Quiero este momento Santo para mí y para toda la Humanidad” y así es…

2 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. Janananda
    Mar 21, 2011 @ 15:04:29

    Ayer mismo publicaba en mi blog como sobre meditar todos los dias cuando eres jefe de familia y una de las mas facil e interesante es al conducir el auto al trabajo y los espacios en que caminamos de un sitio a otro. Si le interesa con mucho respeto me puede leer en libertaddemaya.blogspot.com al igual que encuentra interesante informacion en su blog quizas encuentre de igual calidad en el mio. El fin es informar y crear un mundo mejor. No siente?

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  2. chabelii
    Mar 21, 2011 @ 20:30:06

    ¡Enhorabuena compañero de camino! Me parece excelente este método para meditar, desde el levantarse y hacer tareas repetitivas en la mañana, hasta el ir de camino a nuestro destino en el auto. ¿Quién dice que no tiene tiempo para meditar? Es «Meditación práctica; especialmente si careces de tiempo por obligaciones de familia y trabajo»
    http://libertaddemaya.blogspot.com/2011/03/meditacion-practica-para-jefes-de.html
    En sintonía de luz y amor,
    Chabelií

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